¿Qué nos depara 2017? Las cartas ya están echadas…
Sergio Lehmann Economista Jefe Bci Estudios
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Sergio Lehmann
El año que recién nos dejó estuvo marcado en lo doméstico por una economía que continúa mostrando un muy flojo desempeño. La confianza se mantiene deprimida, llevando a que la inversión nuevamente caiga. Detrás de ello se advierte que, si bien se reconoce que recuperar el crecimiento es una prioridad para las autoridades, poco se ha hecho en materia de políticas efectivas que estimulen nuevas inversiones. En línea con ello, el crecimiento de la economía fue durante el año de más a menos: algo sobre 2% en el primer trimestre de 2016, para cerrar el último trimestre con una expansión bajo 1%. A nivel global, destacan las sorpresas en materia de elecciones en el mundo desarrollado, que dan cuenta que los movimientos anti-globalización han ganado fuerza: elección de Trump en EEUU y Brexit en Reino Unido. Ello eleva la incertidumbre en torno al crecimiento global, reconociéndose que el comercio internacional ha tenido un impacto de primer orden en la dinámica económica de las últimas décadas, reduciendo la pobreza y elevando el bienestar de la mayor parte de la población mundial.
Sobre la base de este punto de partida, abordar los desafíos para 2017 requerirá de una buena dosis de energía. El crecimiento de la economía chilena durante la primera parte del año continuará siendo muy bajo. Hacia la segunda mitad veremos alguna mejora, sustentada en que comience a asentarse la expectativa de un próximo gobierno enfocado en recuperar el crecimiento e inversión. Cabe destacar que la evidencia empírica muestra que la correlación entre los indicadores de confianza y actividad económica, medida por el Imacec, es entre 70 a 80%. Este factor, sumado a una política monetaria más expansiva, llevaría a un empinamiento de la curva de rendimiento. Como la evidencia ha dado cuenta, éste sería un buen indicador de que hacia 2018 el crecimiento comenzaría a acercarse al potencial chileno.
A nivel global, los ojos estarán puestos sobre EEUU. Más allá del buen dinamismo que muestra su economía, la gran pregunta es cuánto de lo que anunció Trump en su campaña podrá impulsar. Por lo pronto, ya hemos visto algunas decisiones clave de localización de nuevas inversiones por parte de grandes compañías. Pero ¿qué tanto de su plan fiscal se implementará?, ¿en qué quedará la retórica contraria al comercio internacional? Es probable que sólo una fracción de la propuesta de mayor inversión pública y recortes de impuestos pueda implementarse, dado el efecto negativo sobre la posición de deuda y déficit fiscal que conlleva. Para Europa, el foco estará en las elecciones que se vienen en varios países y que pondrán sobre la mesa el futuro de la Zona Euro. China, en tanto, permanecerá en la atención de los mercados. Si bien ha logrado contener su desaceleración, han resurgido dudas en torno a la salud de su sistema financiero. Finalmente, en América Latina a pesar de su avance en medidas que apuntan a una mayor sostenibilidad fiscal, aún no logran cautivar nuevas inversiones que reimpulsen su crecimiento. Tenemos entonces que las cartas para 2017 están echadas y la mano no se ve tan buena. Juguemos la partida con inteligencia. ¡Bienvenido año nuevo!